Los 10 Errores de los Políticos en el Discurso
Es muy frecuente escuchar en la clase política, el deseo de encontrar un nuevo discurso político, que les permita recobrar la credibilidad del ciudadano. Este tema es motivo de charlas de café y buenas intenciones.
Sin embargo en la realidad los
hechos muestran un discurso cada día más lejano a la gente. Tal pareciera que
los políticos buscan como distanciarse premeditadamente. Por ello hoy comparto
los diez errores más comunes que se presentan en el discurso político.
1.- Hablar con palabras que ni
ellos mismos entienden. Es equivocado usar conceptos rebuscados para dar un
mensaje político.
2.- Usar el discurso como un
espacio de lucha entre buenos y malos. Claro que el que político que da el
discurso, siempre se ubica como el bueno de la película. Eso irrita al
ciudadano porque está cansado del mesías y profetas que no cumplen.
3.- Dar discursos demasiado
largos. Los tiempos en que se pronunciaban discursos de más de media hora ya se
acabaron. Deben aprender a decir mucho hablando poco 8 minutos puede ser ya
excesivo.
4.- Citar fechas y cifras de
manera precisa. Con la velocidad de la información, el ciudadano puede
investigar desde su teléfono celular si los datos expuestos son precisos o
equivocados. Es preferible dar aproximaciones o generalizaciones. Están no
deben ser falsas.
5.- Tener un excelente discurso y
presentar una pésima disertación. De nada sirve que le hayan redactado el mejor
de los discursos si al momento de pronunciarlo lo hace a toda velocidad, con
problemas de dicción, la mirada clavada en el piso y cara de espantado.
6.- Hablar de lo que ignoran.
Muchas veces asisten como invitados a diversos eventos y de forma improvisada
les piden que dirijan algún mensaje y no saben ni de que se trata el evento,
quien lo convoca o que objetivos persigue y terminan leyendo la mampara de la
ceremonia, hablan mucho y no dicen algo en realidad.
7.- Creer que todos los aplausos
son iguales. Siempre que alguien habla en público al concluir la gente aplaude
por costumbre. Eso no quiere decir que lo hayan hecho bien. Es necesario ser
crítico y pedir opiniones de personas que nos harán crecer con su honestidad,
al decirnos como hablamos en realidad. Esto es algo que necesitan muchos
políticos. Pero exige mucha humildad.
8.- Querer hacerse el chistoso y
rayar en lo ridículo. Esta muy generalizada la idea de que si son graciosos le
caen bien al ciudadano. Piensan que ser carismático es igual a hacer reír a
todo mundo. Pero eso es mentira. La gente percibe de inmediato cuando la
intención es superficial y fingida.
9.- Prometer lo que no pueden
cumplir. Si algo molesta a los ciudadanos es la incongruencia. La sociedad tiene una memoria donde
registra de forma colectiva las promesas o proyectos de los políticos,.
Recuerda quienes cumplen y quiénes no. por ello prometer demás es un error.
Claro que muchos usan el adagio que dice “prometer
no empobrece”, lo cual es erróneo ya que las mentiras dan como resultado la
reducción de simpatías.
10.- Pensar que la publicidad
sustituye al discurso. Cada día es mayor la cantidad de políticos que confían
su trayectoria en una buena fotografía y un atractivo diseño. También lo hacen
en medios digitales o grabaciones para radio y T.V. pero tarde o temprano el
político estará frente al ciudadano y en ese momento se caerá esa mascara que
ha construido. Sencillamente político que no habla, no es político.
Los políticos y el discurso deben retomar la
argumentación inteligente, presentar propuestas creíbles y veraces al ciudadano
y acercarse a la generación de debate. El contacto con el ciudadano debe
retomar su vitalidad y hacerlo con un contacto directo donde puedan
intercambiar opiniones. El ciudadano de carne y hueso desea conocer político de
carne y hueso. Tan sencillo como eso.
Comentarios
Publicar un comentario