El Poder de la Marca Personal
Seguramente sabes lo que los demás opinan de ti cuanto estas frente a ellos. Pero sabes lo que comentan cuando no los escuchas. ¿Sabes lo que representas, que comunicas o como te valoran en el trabajo o tu comunidad?
¿Puedes definir sin
problemas cual es tu misión y visión de tu vida profesional? ¿Tienes un plan de
acción en el cuál sabes a donde te diriges por los próximos 3, 5, 7 ó 10 años?.
El poder de tu marca personal, se define por lo que inspiras en quienes te
conocen.
En el mundo
empresarial la definición de una marca consiste en señalar los atributos o
valores que representa o inspira. No es sobre productos. La marca es
inspiracional. Esto es algo que en lo personal me resulta verdaderamente
apasionante.
Apple no es una
marca de computadoras. Es una empresa que representa calidad, elegancia,
diseño, belleza y vanguardia. Es sinónimo de exclusividad.
Mercedes Benz no
vende autos. Representa poder, velocidad, riqueza y distinción. Más allá de la
versión y tipo de auto que compres, es una marca que simboliza estatus y
elitismo.
El Palacio de
Hierro representa poder adquisitivo, exclusividad, buen gusto y clase.
Por eso la marca
más que posicionar un producto, lo que hace en representar simbólicamente una
serie de valores, atributos o características que la hacen única e
inconfundible ante los demás.
Lo mismo ocurre con
las marcas que son engañosas, de mala calidad o fraudulentas.
En el marketing
personal encontramos que los individuos también formamos parte del mundo de las
representaciones, símbolos y valores.
Hay profesionales
que son reconocidos por su discreción, elegancia, preparación, puntualidad y eficacia. Esto permite que su
marca personal también sea aceptada con honorarios altos que no admiten ningún
tipo de negociación.
Intelectuales
que más allá de sus méritos académicos,
son respetados por su capacidad como conferencistas y compartir sus
conocimientos, su elegancia en el uso del lenguaje y un ágil posicionamiento en
los medios de comunicación, llevándose las primeras planas, en cada ocasión que
hacen una aparición pública.
Políticos que son
respetados por su congruencia y visión de gobierno. Admirados por sus discursos
que aparecen constantemente en el debate de las ideas, donde los periódicos y
la televisión les hacen publicidad gratuitamente.
También empresarios
que son sinónimo de compromiso social, desarrollo sustentable, respeto al
trabajador, inteligencia financiera y compromiso con la organización que
dirigen.
Existe también el
otro extremo. Políticos, intelectuales, empresarios profesionales; que cuando
son nombrados, inspiran desconfianza, impuntualidad, escasa seriedad, falta de
honradez e ignorancia profunda. Eso que inspiramos o despertamos en la gente,
es nuestra marca personal.
¿Cuál es la tuya?
¿tu nombre y tu presencia que inspira en las personas? Sabes que representas y
comunicas cotidianamente.
La percepción que tienen de
ti, ¿te tiene satisfecho (a) o te gustaría modificar lo que la gente opina? Si
te decides a inspirar algo diferente y hacer de tu nombre y presencia, una
marca de éxito, no dudes en participar en nuestros cursos.
Comentarios
Publicar un comentario