EL IMPACTO DE LA IMAGEN PERSONAL AL HABLAR EN PÚBLICO
Hablar en público con
éxito es resultado de la suma de diversos aciertos. No se trata solamente de lo
que dices, sino también del como lo dices. La persona que va a pronunciar un
discurso debe proyectar seguridad e inspirar confianza. Su voz debe motivar y despertar diferentes
emociones.
Para ello debemos
cuidar cada detalle y nunca subestimar ninguno de los diferentes momentos de la
comunicación. En esta ocasión quiero tocar un tema que es muy importante y
regularmente es el primero cuando vamos a hablar en público. La imagen que
proyectas dice mucho de ti. La cultura popular dice “como te ven te tratan” y esto es algo que no debes subestimar. Los
seres humanos somos sujetos principalmente visuales y nos generamos una opinión
de los demás con base al como los vemos.
Por eso cuando vayas a
hablar en público debes cuidar siempre tu apariencia. Cuida los colores que
utilizas. Recuerda que el negro se utiliza solamente cuando eres la figura
principal en alguna ceremonia. Los colores como el gris oxford y el azul marino
los portamos para proyectar autoridad. Las telas entre más delgadas y eviten
patrones como líneas o cuadriculas proyectarán una mayor autoridad y elegancia.
Si lo que buscas es proyectar accesibilidad utiliza colores claros y patrones
delgados o discretos.
Mujeres y hombres deben
tener siempre impecable el calzado y usar la ropa limpia y debidamente
planchada. El traje, saco o blazer debe ajustar debidamente a tu cuerpo. Si te
queda grande o chico será siempre motivo de comentarios e incluso de burlas.
Pensarán que alguien te lo presto o que sencillamente no eres cuidadoso con tu
imagen personal.
Aplica también la regla
de “3” y nunca utilices más de tres colores en tu vestuario. La blusa o camisa
deben ser preferentemente de colores claros para que tu rostro destaque. El
blanco siempre será sinónimo de pulcritud y elegancia. El trajo o saco debe
contrastar con la camisa para que impongas más autoridad. Evita siempre el uso
excesivo de accesorios como cadenas, pulseras, aretes largos, pisa corbatas,
anillos o celular al cinturón. No uses camisas o playeras de manga corta porque
eso te resta autoridad.
Aunque el evento no sea
formal y te permita un código de vestimenta más relajado y accesible, debes
ocuparte en tener siempre un elemento que te otorgue más elegancia o autoridad,
ya que estarás a los ojos de todos cuando hables. Hablar en público es un acto
de poder y eso es lo que tienes que tener presente.
Es importante que
proyectes sobriedad, pulcritud y buen gusto. No se trata de que te vistas para
un desfile de modas o para exhibir toda la joyería que has acumulado. La gran
mayoría de diseñadores han concluido que “entre
más sobrio más elegante”. Tampoco se trata de endeudarte por comprar ropa
cara ya que esta nunca podrá sustituir la elegancia, los buenos modales, la
educación y el trato respetuoso.
La imagen no lo es todo
pero siempre es lo primero. No la veas
como algo trivial o frívolo, dale la importancia que amerita sin descuidar tu preparación
y lograrás sumarle muchos puntos extras a tu discurso.
La ropa cara no
sustituye el gusto por el buen vestir. Las marcas o etiquetas no hacen que las
ideas fluyan y se pronuncien con facilidad. Los relojes costosos y la joyería
fina se opacan en quienes actúan con soberbia y arrogancia.
La elegancia va más
allá de comprar marcas costosas, usar colores correctos y vestir la talla
adecuada. La elegancia exige saber caminar, sonreír, conversar, buenos modales,
sentido del humor, saber escuchar y tener trato amable. Cuando sumas todo
estarás ajustándote a lo que decía Carolina Herrera “la elegancia no es sólo belleza, es también la forma de pensar y de
moverte”
Para tener una imagen
personal poderosa debes contar con salud. Realiza ejercicio o practica algún
deporte para que te sientas bien. Debes amarte y aceptarte en cada ocasión que
te mires al espejo. Tu autoestima debe ser enorme e impenetrable como una
ciudadela que te proteja de los comentarios tóxicos. Tu ropa debe proyectar
buen gusto y que te ocupas por verte bien. Tu conducta debe reflejar educación
y seguridad al mismo tiempo. El discurso debe ser el reflejo del tiempo
dedicado al estudio y a tu preparación al proyectar una voz agradable y
posicionar tus ideas.
Si cuidas todo esto te
aseguro que estarás seduciendo a tu público.
Saludos a todo@s
Fernando Valdez Zainos
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