DESTRUCTORES DE SUEÑOS
Eran alrededor de las once de la mañana y me sentía demasiado cansado. Había caminado por varias horas en la ciudad de México con la esperanza de encontrar alguna librería que aceptara la distribución y venta de mi primer libro “Habla en Público Exitosamente”. En todas las oficinas en las que me había presentado recibí el mismo trato de indiferencia y nulo interés.
Esta última era una librería de prestigio con presencia en todo el país. Si aceptaba exhibir y vender mi libro representaría un logro de enormes dimensiones. Esperé algunos minutos en la recepción hasta que por fin me permitieron entrevistarme con el encargado del área de ventas y mercadotecnia. Me presenté con efusividad y comenté el contenido e importancia de mi libro. El ejecutivo de ventas me observó y respiro profundamente para después comenzar a hablar y darme una de las lecciones más grandes de mi vida. Al mismo tiempo puso a prueba mi deseo por permanecer y trascender en el difícil camino de escribir y hablar.
-¿Cómo me dijiste que te llamas?
-Me llamo Fernando Valdez
-Muy bien Fernando, quienes estamos en este negocio buscamos productos editoriales que generen ingresos por sus altas ventas. Este no es tu caso. Tú nombre no es conocido, eres egresado de una universidad pública y tu libro es demasiado caro.
En este negocio los lectores buscan a quienes vienen de familias de intelectuales, son egresados de universidades extranjeras y que tengan algún nombre o apellido que resulte llamativo. Tu libro no tiene ninguna estrategia de marketing ni cuentas con una editorial que pueda promoverlo. Las grandes editoriales generan tirajes enormes de libros para abaratar costos y aumentar así las ganancias. Este tampoco es tu caso.
Definitivamente tu libro no es competitivo y tú como autor estas en una gran desventaja. Eres de provincia y no encuentro algo trascendente en tu vida. Si aceptamos vender tu libro, tú deberás pagar los gastos de distribución, lo exhibiremos solamente tres meses y los ejemplares que no se vendan tú deberás recogerlos o se irán al almacén y perderás derechos sobre ellos. Por último, lo único que podemos ofrecerte es el 20% del precio de venta. Analiza si te conviene.
-Muchas gracias, voy a analizarlo.
Debo reconocer que al salir de las oficinas deseaba llorar y comenzar a maldecir. Ese libro representaba el fruto de años de lectura, enseñanza, aprendizaje y esfuerzo. Tenía un valor sentimental muy grande para mí. Para las librerías se trataba solamente de un “producto”. Durante esa noche medité lo que me habían dicho en las librerías y las enseñanzas que podía tomar de cada una de ellas.
Tenía dos opciones y consistían en renunciar a mi sueño o trazar un plan en donde pusiera a prueba mi creatividad y perseverancia. Opte por la segunda y entonces entendí que alcanzar un sueño exige disciplina, tenacidad, coraje, autoestima, imaginación y mucha acción.
No podía permitir que los comentarios fríos y materialistas de un grupo de ejecutivos me hicieran renunciar, yo me había trazado una meta y hasta el día de hoy continúo trabajando por alcanzarla. Los libros se vendieron en mis cursos y conferencias, otros fueron solicitados por internet y también en presentaciones que yo mismo organicé en cafés literarios y ferias de libro. Fue una labor titánica pero sabía que alcanzar un sueño nunca ha sido una tarea sencilla.
Existen personas que sin darse cuenta son destructores de sueños. Otros más lo hacen con plena consciencia y disfrutan lastimando a sus semejantes hasta verlos claudicar. Todos ellos son personas que han sido lastimadas en la vida y no toleran ver a alguien que lucha por ser feliz y por alcanzar sus metas.
Si tú tienes un sueño y deseas luchar por el, debes prepararte para resistir todo tipo de adversidad y comentarios tóxicos. Necesitas estar consciente de que esta vida es única e irrepetible, que cada amanecer es una oportunidad y no puedes desperdiciarla. El mejor momento es ahora y lo puedes hacer con lo que tienes.
No esperes el momento ideal porque nunca llegará. Prepárate para estar sin dinero, con deudas, con problemas familiares, sin amigos, con mucho trabajo y con gente tóxica que tratará de hacerte renunciar. Debes verte como un guerrero de luz y defenderte con todas tus fuerzas para soportar las pruebas que la vida te ponga.
Cuando llegue el momento en el que veas tu sueño hecho realidad sabrás que valió la pena el esfuerzo y todos admirarán tu triunfo. Todos admiran el resultado pero muy pocos están dispuestos a vivir el proceso. Conviértete en la persona que deseas y trabaja a diario en ti para desarrollar tus talentos y capacidades.
Recuerda que los destructores de sueños nunca podrán vencer a un@ guerrer@ de luz.
Fernando Valdez Zainos
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