Hablar en Público 3 Momentos para el Éxito
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Hablar en Público 3 Momentos para el éxito |
Hablar en público es un proceso de comunicación que se desarrolla en diferentes etapas. Cada una de ellas debe ser cuidada con atención para garantizar una participación exitosa.
Imagina que te invitan a pronunciar un discurso en alguna ceremonia de graduación, en la entrega de un reconocimiento, en el aniversario de una asociación civil o sencillamente en una fiesta familiar.
Ahora comencemos a crear mentalmente todos los detalles, protocolos y costumbres que encontramos en nuestras celebraciones.
En la gran mayoría de eventos sociales se cuenta con una mesa de honor en la que se encuentran los anfitriones y los invitados de honor que presiden dicha ceremonia.
Al lado derecho de ellos deberás encontrar el micrófono y el pódium que usarán para cada una de las intervenciones planeadas para ese día. Iniciado el evento, el maestro de ceremonias procederá a presentar a cada una de las personas que se encuentran en la mesa de honor. Posteriormente comenzará a anunciar cada una de las intervenciones programadas.
Finalmente llega el gran momento. Es hora de que escuchen tu discurso.
Te pondrás de pie y avanzarás de tu lugar hacia el pódium. Es en ese momento cuando inicia la comunicación. El primero momento del orador es el contacto visual.
En esta parte el público estará atento a tu forma de caminar, la velocidad con que lo haces, el balancear de tus brazos y si lo haces erguido o agachado.
En ese primer momento se construye una opinión en cada uno de los integrantes del público. Por eso la imagen es percepción como señala “Víctor Gordoa” y lo importante es que proyectes una imagen de seguridad, fuerza y poder. Eso será posible si caminas de forma pausada, debidamente erguido, con un movimiento de brazos natural y dirigiendo una sonrisa al público cuando hayas llegado al pódium
Posteriormente iniciarás con los agradecimientos y presentación de tu discurso. Ahí comienza el segundo instante de la comunicación. Ahora comienzan a escucharte y generas con ello un contacto auditivo.
En esta parte debes tener cuidado con tu tono de voz, el volumen, la velocidad, la pausa y la dicción. Imagina que iniciaste con un excelente contacto visual, pero al momento de comenzar a hablar tartamudeas, tu tono es muy delgado o simplemente no te escuchan. Todo lo ganado se perderá en ese momento.
Finalmente habiendo concluido tu presentación comenzarás a hablar sobre el tema por el que te invitaron. Ahí debes unir lo mejor del contacto visual y auditivo y volverte como decía el Maestro José Muñoz Cota “ un “verbo motor” que consiste en tener la capacidad de pensar y hablar en tono oratorio al mismo tiempo. Sin necesidad de memorizar o leer tu discurso. Sencillamente hablar de forma natural y espontánea con las formalidades que exige la disertación de un discurso.
El verbo motor es resultado del tiempo dedicado al estudio y la reflexión para hablar con argumentos sólidos y que estos sean a su vez presentados con belleza y orden.
Es integrar la forma y el fondo en lo que dices y el como lo dices.
Cultura, estudio, reflexión y practica son los requisitos indispensables para una disertación exitosa. Planear, organizar y evaluar también son actividades necesarias para crecer en el arte de hablar en público.
Esto lo entendí cuando al Maestro José Muñoz Cota nos enseña que el orador es: “verbo visual, verbo auditivo y verbo motor” en su extraordinario libro “El Hombre es su Palabra”, texto indispensable y de valor incalculable para todo aquel que desea iniciarse en el arte de la oratoria.
Muchas gracias, te recomiendo que también ingreses a mi video-blog donde hablo sobre este mismo
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